Hacia una Criminología Aplicada: Formación, Realidad y Empleabilidad

Este artículo analiza la necesidad de impulsar una formación criminológica verdaderamente práctica y orientada al mundo laboral. A través de una reflexión clara y directa, se expone por qué la criminología en España debe avanzar hacia modelos aplicados que preparen a los profesionales para los retos reales de la investigación criminal y la seguridad.

Luis Santos Diz

12/13/20252 min read

carrera de criminologia
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La Criminología en España: entre la

teoría académica y la falta de práctica real

La criminología en España es, en términos académicos, una carrera relativamente reciente. Es cierto que se ha avanzado: pasó de ser una diplomatura de título propio a convertirse en un grado oficial. Sin embargo, desde mi experiencia —tras años tutorizando a estudiantes del Grado y del Máster en Criminología de distintas universidades— observo una realidad preocupante: la formación que reciben es mayoritariamente teórica y tiene poca relación con la práctica real que exige el día a día profesional.

El diseño del grado como una carrera multidisciplinar no la convierte, por sí misma, en una disciplina especializada. De hecho, esta amplitud de contenidos suele diluir la esencia práctica que debería caracterizar a un criminólogo. Quizá ha llegado el momento de plantear una formación transdisciplinar, con un enfoque más aplicado, más realista y más orientado a las necesidades de la seguridad actual.

Muchos criminólogos aspiran a encontrar un puesto de trabajo, pero la realidad es que no existen suficientes espacios laborales definidos. Y en algunas profesiones, antes de reclamar un lugar, es necesario demostrar a la sociedad para qué sirve lo que haces y cuál es el valor de los conocimientos adquiridos, tanto académicos como prácticos.

Aquí surge una pregunta incómoda pero necesaria: ¿Están los criminólogos y criminólogas dispuestos a esforzarse para demostrar su utilidad real en beneficio de la seguridad del país? ¿O simplemente consideran que, por tener un título, ya merecen un puesto bien remunerado, incluso cuando la sociedad aún no entiende para qué sirve su labor?

Aunque esta reflexión se centra en el individuo, no podemos ignorar la responsabilidad de los centros educativos. Muchas universidades ofrecen programas poco provechosos, deficientes y de baja calidad, que terminan convirtiéndose en un auténtico cajón de sastre donde se mezclan contenidos sin coherencia ni pertinencia profesional.

La criminología en España necesita una revisión profunda: más práctica, más especialización, más conexión con la realidad y menos teoría desconectada del mundo laboral. Solo así podrá convertirse en una disciplina verdaderamente útil para la sociedad.